Luis estaba muy nervioso esa noche. No podía dormir; sin embargo, tenía que hacerlo cuanto antes. Mamá había dicho:
-"Debéis dormiros ya; de lo contrario, los Reyes Magos no os dejarán vuestros regalos."
Todos esperaban con ilusión sus juguetes: Elena, la muñeca más moderna; Andrés, el coche de carreras y él, la bicicleta más moderna. No quedaba otro remedio que dormirse de inmediato. Después de muchas vueltas, por fin, se durmió; y los Reyes Magos de Oriente, llegaron cargados de regalos.
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