Hemos visitado una granja-escuela: había pollitos, dos caballos y un potrillo. También había un gatito que maullaba porque tenía hambre. Yo le iba a dar un trozo de mi bocadillo y un trocito de rosquilla. El granjero le llevó su comida y la engulló enseguida, ¡debía estar hambriento! Para ver los conejitos, tuvimos que estar muy callados, porque se asustan enseguida. No se oía ni un murmullo.
![]() | El software de antivirus Avast ha analizado este correo electrónico en busca de virus. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario
TU OPINIÓN ES IMPORTANTE